Murió en la madrugada del día 1 de enero en un hospital como consecuencia de los problemas que sufría desde hacía meses en su afán por adelgazar, para ajustarse a los cánones impuestos por la moda. La familia descubrió que la joven forzaba los vómitos después de comer hace seis meses, cuando comenzó a tener problemas de salud y en la escuela. "Ella era muy estudiosa, pero reconoció que no estaba consiguiendo concentrarse en las clases. Entonces admitió que tenía bulimia y ‘’pidió que la ayudáramos". Pese al tratamiento psicológico que inició y a las consultas con especialistas en nutrición, el estado de salud de la joven se fue agravando, con desmayos y otros síntomas, hasta que tuvo que ser ingresada en el hospital, en el que murió. Llegaba a pasar un día entero sin llevarse nada a la boca.